Los que nos dedicamos al marketing y a intentar que nuestras empresas tengan éxito a través de acciones que conlleven un mayor reconocimiento de nuestra marca y un resultado positivo desde el punto de vista de ventas, a menudo estamos tan centrados en los problemas o tareas del día a día que no nos permitimos el lujo de poder parar y saber si lo que estamos haciendo es lo más beneficioso para nuestros productos y servicios.
El verano, además de para descansar, debe servirnos para poder despejar la mente y repensar el pasado para mejorar en el futuro y, cuando volvamos a nuestro puesto de trabajo, poder tener algunas guías para seguir.
Pues bien, yo lo he intentado, y os dejo cuatro puntos que creo que son necesarios para ayudarnos a conseguir mayor éxito en nuestras acciones de marketing:
1. Enfoque en el cliente
Este debe ser nuestro punto de partida. Cuántos de nosotros ya tenemos un producto y nos empeñamos en venderlo, sin pensar si actualmente los clientes están interesados en él o si cumple con todas las necesidades que demanda.
Al mismo tiempo debemos pensar si los servicios complementarios a nuestro producto (entrega, forma de pago, atención posventa) están satisfaciendo a nuestro cliente o si demanda algo nuevo. Por lo tanto, aunque nos cueste, pongámonos en la piel del cliente y pensemos si nuestra oferta actual es la óptima.
2. Misión de la empresa
Ya pocas empresas grandes o pequeñas pueden diferenciarse por el precio, o por los años de experiencia que llevan en el mercado o por encontrarse físicamente cerca de los potenciales clientes. Esto ha cambiado.
Por ello, debemos hacer un ejercicio y pensar la misión de nuestra empresa. ¿Por qué existimos? ¿Qué aportamos? ¿En qué nos diferenciamos? Sería recomendable sentarse unos minutos, pensar las respuestas y después pedir a alguno de nuestros clientes y de nuestros proveedores que respondieran las mismas preguntas sobre nosotros. Si existen divergencias, tal vez sea el momento de replantearnos la manera en que estamos trabajando para que esa misión llegue a nuestros stakeholders o incluso trabajar de nuevo en la propia misión.
3. Dedicar tiempo a escuchar a nuestra fuerza de ventas
Uno de los objetivos básicos de un profesional del marketing es hacer llegar al cliente los productos e intentar que estos les atraigan para ser comprados, pero la mayoría de las veces los departamentos de marketing no están tan “cerca del cliente” como deberían y sí lo está la fuerza de ventas (comerciales, centros de atención de llamadas…).
Prestemos más atención a lo que nos pueden aportar estos departamentos, escuchémoslos, trabajemos con ellos y para ellos también y seguro que nuestros objetivos serán más fáciles de conseguir.
4. Elaboración de un Plan de Marketing
A muchas pequeñas empresas solo oír esta frase ya les asusta, pero no es necesario crear un documento de decenas de páginas con miles de datos, sino tener claros:
- Los objetivos empresariales: de ventas, de marca, mercados…
- El presupuesto asignado de marketing: nada de improvisación, si tenemos unos objetivos marcados, se deberá conocer la cifra económica de que disponemos para llegar a ellos.
- A qué cliente nos dirigimos: tipología de clientes por edad, estatus o tamaño de empresa, sector…
- Canales para llegar al cliente: ¿Qué medios existen? ¿Generalistas, especializados? De ahí intentar elaborar un plan de medios calendarizado.
¡Espero vuestros comentarios! Seguro que podemos añadir nuevos puntos que nos ayuden a afrontar el último trimestre del año.
Imagen @joiseyshowaa distribuida con licencia Creative Commons BY 2.0.