Voluntariado corporativo: 6 de octubre, la fiesta de la solidaridadCarmen Menchero de los Ríos 6 octubre, 2017 El Programa de voluntarios de Telefónica cumple quince años y hoy luce sus mejores galas, cuando se celebra su Día internacional (DIVT), con nada menos que 17.000 empleados que participarán en una gran variedad de actividades que tendrán lugar en 32 países. En el voluntariado corporativo están implicadas todas las empresas del Grupo, en puntos tan distantes como Estados Unidos, China o Israel. Solo en España se ha logrado un récord histórico con la colaboración de casi 6.000 empleados, una cifra nunca alcanzada hasta ahora. Y es que el voluntariado corporativo es un auténtico fenómeno social y quien piense que se trata de una moda pasajera se equivoca. Casi un 70 por ciento de las compañías desarrolla programas de voluntariado y cada vez son más las que dedican una jornada anual a incentivar esta actividad entre su plantilla. La sociedad exige un compromiso social, especialmente a las grandes entidades, que pasa por diseñar su política de responsabilidad social corporativa (RSC) sobre la piedra angular de un sólido proyecto de voluntariado. Ya no se trata solo de vender o seducir a los clientes. La lucha por la conquista del mercado pasa por una contribución activa a las sociedades en las que operan. Hablamos de implicación y los beneficios son tangibles desde distintos puntos de vista. Al menos así lo afirma el Observatorio de voluntariado corporativo (OVC) cuando describe los objetivos que persiguen las empresas con este tipo de programas: Filantrópicos: especialmente en situaciones de crisis o catástrofe. Prestigio de marca: imagen, fidelización de clientes, publicidad. Reputación interna: mejora del clima laboral, orgullo de pertenencia, estímulo del talento interno. Ofrece además una valiosa oportunidad para afianzar lazos con colectivos que se encuentran en su perímetro de actividad, como jubilados, proveedores o familiares de empleados, de ahí que buena parte de las empresas los incluyan en sus programas. Por ello, distintos eventos internacionales recuerdan cada año la importancia de promover prácticas empresariales de esta naturaleza. Bajo el edificante lema “Give&Gain”, en abril se celebró en España la Semana internacional del voluntariado corporativo, con el objetivo de incentivar la implicación de los trabajadores en este tipo de iniciativas, que varía mucho según el país. En la Unión Europea, por ejemplo, un 40 por ciento de los ciudadanos en Reino Unido, Austria, Suecia o los Países Bajos participa en actividades de voluntariado en su vida privada o profesional, pero en Grecia o Bulgaria no llega al 10 por ciento. Influyen en ello factores económicos, pero también tradiciones culturales y políticas empresariales muy dispares. Por ello, a comienzos de mayo, pensadores y profesionales del sector debatieron sobre su evolución en la sociedad digital. El escenario fue la Conferencia europea de voluntariado corporativo, organizada por IAVE (International Association for Volunteer Effort), que este año se celebró en Espacio Fundación Telefónica. No fue casual. La trayectoria del Programa de voluntarios de esta entidad habla de su experiencia a la hora de utilizar la tecnología para tender puentes que permitan desarrollar un voluntariado más efectivo para la comunidad. Como ponente en la sesión plenaria, Fundación Telefónica contribuyó a establecer un decálogo de buenas prácticas para la extensión de un voluntariado digital. El plan de acción pivota sobre iniciativas que resultan muy familiares a los voluntarios de Telefónica: desde la existencia de una plataforma de comunicación para sus actividades, hasta el esfuerzo por eliminar la brecha digital y fomentar el empleo en este sector, con planes de capacitación dirigidos a jóvenes y desempleados. La formación online, centrada en voluntarios pero también en beneficiarios de su labor, cobra especial protagonismo, así como el desarrollo de un voluntariado digital que permite ampliar el radio de acción. También microacciones, proyectos muy concretos y de alcance limitado, pero con gran impacto social. Incluye, así mismo, el fomento del crowdfunding como estrategia de apoyo para proyectos específicos, o la “gamificación” como herramienta de concienciación especialmente atractiva. Las cifras hablan por sí solas. ¿Sabéis cuántos voluntarios participaron en distintos programas de Fundación Telefónica en 2016? Nada menos que 31.471 empleados procedentes de quince países. A través de más de 4.000 actividades se colaboró con cerca de 350 organizaciones para atender a más de 260.000 personas en 32 países de los cinco continentes. Impresionante. El ámbito de acción no solo es internacional sino multidisciplinar. Por un lado, se presta especial atención a la infancia y la juventud, sobre todo en proyectos educativos. Por otro, se favorece la integración de inmigrantes y personas sin hogar, junto a distintos programas asistenciales orientados a ancianos y personas con alguna discapacidad. Sostenibilidad y medio ambiente son también un importante caballo de batalla, por lo que se ofrece la colaboración de voluntarios y familiares en distintas actividades organizadas por entidades que trabajan en este ámbito. Para ello, se propone colaborar en proyectos propios de Fundación Telefónica o promovidos por otras entidades. El voluntariado online tiene especial protagonismo dentro de la oferta de actividades, junto al programa de Vacaciones solidarias o la convocatoria de retos y desafíos solidarios, dirigidos a la totalidad de la plantilla. Además, los empleados que colaboran a título personal con alguna ONG también pueden participar en la convocatoria “Contigo ayudamos”, que permite proponer estos proyectos para obtener financiación y/o colaboración de voluntarios de Telefónica en su desarrollo. Pero la fiesta grande del voluntariado en Telefónica tiene lugar con la celebración del Día internacional del voluntario (DIVT), que se celebra hoy, 6 de octubre, bajo el lema “cuando participas, algo cambia”. Y es cierto. Puede que se trate de pequeños gestos. Sin duda no se resuelven problemas estructurales pero, como decía Teresa de Calcuta, “a veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota”. ¿Te animas?: seguro que recibes mucho más de lo que ofreces. Palabra de voluntario. ¡Feliz #DIVT 2017! Big data: el tamaño sí importaRetos de una administración pública innovadora en un mundo digital: Congreso NovaGob 2017
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