Un nuevo rol organizativo para la Inteligencia Artificial : Paladín de la IA

Richard Benjamins    8 junio, 2020

Con la creciente utilización de la Inteligencia Artificial (IA), se empieza a prestar más atención a sus posibles consecuencias negativas. Esto ha dado lugar a la proliferación de directrices éticas voluntarias o principios de la IA, mediante los cuales las organizaciones declaran públicamente que desean utilizar la IA de manera justa, transparente, segura, robusta, centrada en el ser humano, etc., evitando cualquier consecuencia negativa o daño.

La Universidad de Harvard ha analizado los Principios de la IA de las primeras 36 organizaciones del mundo que publicaron dichas directrices y ha encontrado 8+1 categorías más utilizadas, entre las que se encuentran: los valores humanos, la responsabilidad profesional, el control humano, la equidad y la no discriminación, la transparencia y la explicabilidad, la seguridad y la protección, la responsabilidad, la privacidad y los derechos humanos. En la siguiente imagen se muestra el calendario de publicación de las Directrices de la IA en estas 36 organizaciones. La organización, sin ánimo de lucro, Algorithm Watch, cuenta con un inventario de Directrices de Inteligencia Artificial que actualmente contempla más de 160 organizaciones.

Figura 1: Una Inteligencia Artificial con principios (Ampliar)

De la teoría a la práctica

Si bien hay muchos trabajos dedicados a la elaboración y el análisis de directrices o principios de la IA, se sabe mucho menos sobre el proceso de convertir esos principios en prácticas institucionales (Business as Usual – BAU). Las primeras experiencias se van compartiendo y publicando[1],[2], y la experiencia se va acumulando[3],[4],[5], con la tecnología y las empresas de consultoría liderando. La metodología de Telefónica, denominada «Responsible AI by Design»3, incluye varios elementos:

  • Los principios de la IA que establecen los valores y los límites[6]
  • Un conjunto de preguntas y recomendaciones, que garantizan que todos los principios de la IA sean debidamente examinados en todo el ciclo de vida del producto
  • Herramientas que ayudan a responder algunas de las preguntas, y ayudan a paliar cualquier problema identificado
  • Capacitación, tanto técnica como no técnica
  • Un modelo de gobernanza que asigne responsabilidades

Aquí nos centramos en un nuevo papel organizativo que es esencial para poner en práctica el uso responsable de la IA en una organización; el rol juega un papel crítico en el modelo de gobernanza y lo hemos acuñado como «Paladín de la IA» (RAI Champion)[7].

El Paladín de la IA

¿Por qué necesitamos Paladines? El área de la IA y la ética es nueva en muchas organizaciones y para establecer nuevas áreas la identificación de paladines es necesaria. Un Paladín conoce el área, está disponible para los compañeros de trabajo en una determinada geografía o unidad de negocio, y proporciona concienciación, asesoramiento y asistencia si es necesario. Los Paladines también son cruciales para convertir las nuevas prácticas en BAU. En concreto, las responsabilidades de un Paladín de la IA son informar, educar, aconsejar y escalar, coordinar, conectar y gestionar el cambio.

Informar

Un Paladín de la IA informa a sus compañeros sobre la importancia de aplicar la ética en la IA y los datos para evitar daños no intencionados. Él o ella crea conciencia de los principios de la IA en la organización.

Educar

Un Paladín de la IA proporciona y organiza la formación -tanto online como presencial- a su correspondiente unidad de negocio o geografía, explicando cómo aplicar los principios en el ciclo de vida del producto. También explica el modelo de gobernanza y alienta a los expertos autodidactas a formar una comunidad de práctica voluntaria en la que los empleados «locales» pueden obtener asesoramiento de primera mano.

Asesorar y escalar

Un Paladín de la IA es el último contacto «local» para cuestiones éticas sobre las aplicaciones de la IA y el Big Data. Si ni los expertos, ni el Paladín de la IA pueden abordar el tema en cuestión, se eleva a un grupo de expertos multidisciplinario y de alto nivel.

Coordinar

Dado que la IA y el Big Data hacen referencia a aspectos tratados en otras organizaciones, los Paladines de la IA deben coordinarse con todas ellas. Es necesario coordinarse con el DPO ( data protection officer) para las cuestiones relacionadas con la privacidad; con el CISO (chief information and security officer) para los aspectos relacionados con la seguridad; con el CDO (chief data officer) para los temas relacionados con los datos y la IA; con el CSR (corporate social responsibility) para las cuestiones de reputación y sostenibilidad; con el área de Regulación para posibles regulaciones futuras de la IA; y con el área Legal para otras cuestiones legales.

En algunas organizaciones, el uso responsable de la IA y el Big Data forma parte de una iniciativa de «responsabilidad» más amplia que incluye temas como la sostenibilidad (SDG), el cambio climático, los derechos humanos, la cadena de suministro justa y la reputación. En este caso, el Paladín de la IA debería coordinar y estar plenamente alineado con los respectivos líderes.

Conectar

Los Paladines de la IA necesitan conectar a personas competentes para formar comunidades de expertos en la materia. Esas comunidades son el primer lugar al que acudir si las dudas éticas no pueden ser resueltas dentro de un equipo. Los Paladines de la IA también necesitan formar una comunidad entre ellos, conectando diferentes geografías y unidades de negocio de la organización en una red activa de aprendizaje e intercambio. Por último, las organizaciones más desarrolladas también pueden considerar la posibilidad de establecer o unirse a una red externa de Paladines de la IA (o similar) en la que se compartan experiencias y prácticas con otras organizaciones, ya sea del mismo sector o de sectores diferentes.

Gestionar el cambio

Finalmente, los Paladines de la IA son agentes del cambio. Tienen que asegurarse de que con el tiempo, las cuestiones éticas se conviertan en una parte íntegra y natural de cualquier actividad comercial que toque la IA y el Big Data, incluyendo: el diseño, el desarrollo, las adquisiciones y las ventas. Tienen que implementar y convertir el modelo de gobierno en BAU.

Figura 2: Responsabilidades del Paladín de la IA
Figura 2: Responsabilidades del Paladín de la IA

El nuevo rol del Paladín de la IA

Para las organizaciones que están empezando, el Paladín de la IA es más un papel que un trabajo a tiempo completo. Normalmente, el rol es asumido por entusiastas de la IA o del Big Data que han investigado temas de ética por sí mismos sin que se les pregunte y están pendientes de los nuevos avances. Pero el papel de Paladín de la IA no es necesariamente solo el ámbito de los perfiles técnicos. También llegan de áreas como la regulación, la RSC y la protección de datos. De hecho, un «buen» candidato para asumir el papel es el DPO.

Los Paladines de la IA deben ser comunicativos y estar interesados en enseñar y persuadir. Al igual que con cualquier nuevo papel de carácter interdisciplinario, los Paladines de la IA tendrán que recibir formación antes de poder ejercer su función.


Traducido por Elena Selgás


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