Cinco tendencias en transformación de la moda que no querrás perderteDanella Porras Esmeral 2 septiembre, 2019 La moda, esa industria que se encarga de que no vayamos por la vida tal como llegamos al mundo, está experimentando un cambio profundo, radical y a una velocidad de vértigo. Y este cambio no se basa en nuevos patrones, colores y texturas para generar miles de millones de euros, sino en la tecnología que se emplea para elegir el diseño, producirlo y distribuirlo. Hoy vamos a repasar las cinco tendencias que ya están dando que hablar en un sector donde lo que importa es estar a la última. 1. De la “singer” de las abuelas a la impresión 3D Si hay un recuerdo que conservo bien de mi infancia son las vacaciones en casa de mi abuela, a cuyo término mis muñecas regresaban con más vestidos de los que circulan en cualquier pasarela de moda. Y todo ello gracias a sus hábiles manos, paciencia infinita y su indestructible Singer. Ahora, gracias a la impresión 3D, el recuerdo nostálgico de próximas generaciones podrá ser el de imprimir esos vestidos en casas de sus abuelas… A medida que los materiales se transformen y la impresión 3D se popularice pasaremos de adquirir algo hecho a un diseño que obtendremos mediante un “archivo” y que podremos imprimir en casa o en una tienda. Ello también supondrá un cambio en los modelos logísticos y en el manejo de stock. Pero esto no es algo nuevo en esta industria. Ya hemos visto varias aproximaciones de creaciones impresas: vestidos, accesorios…, pero parece que son las grandes marcas deportivas las que se han puesto las “zapatillas” y han avanzado en esta carrera, desde hace ya un par de años, mediante la incorporación a sus diseños partes elaboradas a partir de la impresión en 3D. Éste es el caso de Adidas The Futurecraft 4D, que elimina la necesidad de prototipos o moldes tradicionales y mejora las interacciones de diseño a través de un proceso digitalizado de creación de componentes del calzado. Está claro es que la combinación de materiales software (en la nube, por supuesto) y hardware nos traerá usos fascinantes. 2. Moda que no deja huella Reciclar, reutilizar y reducir: las 3R obligatorias de la industria de la moda y de todos los que la consumimos. Este sector cada vez cobra mayor conciencia sobre la importancia de producir de forma sostenible. Y no es para menos porque según la ONU es la segunda industria más contaminante del mundo, solo por detrás de la petrolera (que genera muchos materiales utilizados en la moda…). Los consumidores cada vez huyen más del modelo de consumo “de usar y tirar” , tan poco eco (económico y ecológico) y surgen más iniciativas como la de AltrapoLab, que fomentan prácticas alternativas para impulsar el reciclaje textil lejos de la “fast fashion”. A esta toma de conciencia y cambio de mentalidad se suman los avances tecnológicos en la producción para crear una industria cada vez más circular que prolonga la vida útil de las prendas mediante su transformación en otro material, o la posibilidad de crear a partir de un material que se ha desechado, tal como hace Ecoalf con Upcycling, que fabrica fibras para prendas a partir de plásticos. A esto hay que añadir el reciente “pacto de la moda” manifestado en la cumbre del G7, donde las principales empresas de este sector se ponen de acuerdo para tomar medidas y reducir el impacto ambiental que esta industria genera. 3. Blockchain para saber todo lo que ocurre en la cadena de la moda En línea con el punto anterior, y gracias a blockchain, ya es posible tener información de los diferentes actores que participan en la cadena hasta que el producto llega a nuestras manos. Ello nos ayuda a la hora de elegir un producto que cumpla con nuestros criterios, y no solo conformarnos con que ponga “ECO” en la etiqueta. Su uso también permite luchar contra las falsificaciones e imitaciones gracias a la trazabilidad y seguridad que ofrece la cadena de datos o bloques, y a la confianza que genera en todo el proceso. Y estos son solo algunos casos de uso de blockchain en este sector. 4. Inteligencia artificial a la caza de tendencias en moda Gracias a los avances en inteligencia artificial y su uso más creativo, ya podemos encontrar algunas colecciones realizadas con esta tecnología. Un ejemplo de ello es “Fashion Flair”, una colección que nace de la colaboración de Huawei y la diseñadora Anna Yang. Mediante el análisis de imágenes, un algoritmo puede ser nuestro personal shopper de bolsillo gracias a los smartphones. En este punto encontramos a StyleSnap, de Amazon, que en muchos sitios presentan como el Shazam de la moda. Pero la inteligencia artificial también es musa de inspiración para los creadores, como pudimos ver el verano pasado en la colaboración de Watson, de IBM, con Custo Barcelona durante la presentación de una colección cápsula en Lanzarote. 5. Influencers virtuales La evolución de los iconos de la moda, gracias a las redes sociales y los influencers, ha hecho que los front-row de las principales pasarelas los ocupen personas de la calle, antes “desconocidas” en el mundo tradicional de la moda, que parecía estar destinado únicamente a celebrities del cine y top models. La siguiente vuelta la estamos viendo con la evolución de estos influencers de carne y hueso a «influencer virtuales». Tal es el caso de Lil Miquela @lilmiquela, que cuenta con más de un millón y medio de seguidores en su cuenta de Instagram, con imágenes en las que luce piezas de importantes marcas de ropa, además de publicidad de smartphones y fotos con otros personajes famosos (reales) que hacen de esta “chica virtual” un fenómeno en redes. Son muchas las facilidades que nos ofrece la tecnología, pero está claro que la experiencia de usuario sigue estando en el centro de todo, porque al final da igual lo que te pongas, lo realmente importante es cómo te sientes con ello, y ese sentimiento se construye a lo largo de toda la cadena de producción: desde la selección del material, diseño y corte hasta la forma en la que llega a tus manos y cómo le puedes dar una segunda vida. Los retos de la Administración pública desde la perspectiva de la ciudadaníaEficiencia energética y sostenibilidad en Industria 4.0
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