Los beneficios de la eficiencia energética: mucho más que ahorro

Beatriz Sanz Baños    27 abril, 2018

La eficiencia energética se ha convertido en el ‘primer combustible’, o ‘first fuel’, de los 30 países miembros de la International Energy Agency (IEA), entre los que se incluye España. Este dato se traduce en que la energía ahorrada por los integrantes de esta organización fue mayor en 2010 que la demanda de energía satisfecha cualquier fuente de energía, incluyendo petróleo, gas, carbón, electricidad o cualquier otro combustible. 

La eficiencia energética es una palanca clave para lograr los objetivos de sostenibilidad que precisan de la reducción de las emisiones de kT de CO2 equivalente. Así, la IEA modeló que el 40% de la reducción de emisiones necesaria para que en 2050 se limite a 2 grados el incremento de temperatura global podría lograrse gracias a la eficiencia energética. 

Estos datos avalan los beneficios adicionales de la eficiencia energética, que se suman a otras ventajas evidentes como el ahorro para las empresas e industrias. Todos ellos forman parte del concepto conocido como ‘multiple benefits’ de la gestión eficiente de la energía, que fue abordado por la propia IEA en un workshop celebrado en París el pasado mes de marzo, donde se actualizaron y reflejaron sus progresos. 

Este concepto, todavía poco conocido, fue presentado en un informe de 2014 titulado ‘Capturing the Multiple Benefits of Energy Efficiency’, donde se describía cómo la inversión en eficiencia energética proporciona beneficios a los distintos stakeholders, identificando 12 áreas con impacto positivo debido a la eficiencia energética, entre los que se incluye el ahorro energético. 

Esta lista de ventajas también está formada por la sostenibilidad medioambiental, los valores de activos, el desarrollo macroeconómico, la productividad industrial, la seguridad energética, el acceso a la energía, el coste de la energía, los presupuestos públicos, los ingresos disponibles, la contaminación del aire y la salud y el bienestar general. 

Distintos tipos de soluciones 

Las herramientas de esta naturaleza se pueden agrupar en dos tipos: telemetría y telecontrol. Las primeras consisten fundamentalmente en el despliegue de sensores IoT en la instalación del cliente que generan información de consumos y las variables de las que depende (temperatura externa, temperatura interna, humedad…), que son transmitidas a través de redes móviles o fijas a una plataforma en la nube que almacena, procesa y proporciona un entorno de visualización.

Las segundas añaden el despliegue de actuadores que son gestionados remotamente desde la plataforma, permitiendo la configuración dinámica y logrando, por tanto, una mayor optimización del consumo. Smart Energy IoT de Telefónica es un ejemplo de solución específica para gestionar la eficiencia energética mediante la aplicación de IoT. 

En definitiva, apostando por la eficiencia energética se obtiene un triple beneficio, ya que garantiza el ahorro, la sostenibilidad y la digitalización o ‘IoTización’, por lo que es una solución a ser más que tenida en cuenta por las empresas e industrias de todos los sectores.

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