Las eSIM llegan para dar un renovado impulso al IoT

María Cascajo Sastre    16 abril, 2016

Las tarjetas SIM son mucho más de lo que parecen. En un sencillo rectángulo de plástico y metal encierran más que unos datos embebidos. En realidad, es un ordenador plano en miniatura. El módulo de identificación de suscriptor (el significado de SIM en inglés) es un circuito impreso que contiene memoria, microprocesador, sistema operativo, entorno de ejecución, protocolos de comunicación y capacidad de entrada/salida, etc. En definitiva, se trata de un ordenador básico a pequeña escala.Cumple principalmente dos funciones que precisan tanto los clientes como las operadoras, interactuando con la red móvil a la que se conecta: 

  • Gestión de Identidad: Registra en la red a los suscriptores (usuarios) y dota al dispositivo de acceso a la red
  • Seguridad: Almacena las claves de encriptación que aseguran comunicaciones fiables. Tiene mecanismos de protección para evitar accesos no autorizados a la información.

 Desde la primera versión de SIM, el concepto ha evolucionado para ofrecer mejor capacidad, en tamaños cada vez más reducidos y formatos más versátiles. Ha evolucionado desde el tamaño de  tarjeta, a los conocidos formatos de Micro y Nano. También hay tarjetas SIM soldables o extraíbles para usos industriales. Asimismo, el software soportado ha evolucionado para ofrecer servicios como pasarelas de pago o conectividad móvil compartida. La eSIM, una evolución del SIM Muchos dispositivos y casos de uso han fomentado la aparición de la eSIM ya que las conexiones m2m requerían un nuevo tipo de SIM. Estos son algunos de los principales motivos que justifican esta evolución tecnológica: 

  • Algunas veces, las tarjetas SIM son costosas de instalar en el momento.
  • Es posible que no tengamos acceso físico a todos los dispositivos.
  • En ocasiones, los dispositivos deben soportar condiciones (de humedad, temperatura, vibración, etc.) demasiado exigentes para las SIM tradicionales.
  • Puede que se desconozca si siempre permanecerá en el mismo país.
  • Podría ocurrir que deba cambiar de operador durante la vida del dispositivo.

 Los dispositivos m2m necesitaban por tanto un nuevo tipo de SIM. Las SIM nuevas ya no serán tarjetas, sino una parte embebida del dispositivo al que denominamos eSIM. Además, su uso no se limita a los dispositivos móviles y m2m. Ahora pueden aplicarse en infinidad de dispositivos de consumo (se estima que pronto estarán presentes en hasta mil millones de objetos). El UICC (Universal Integrated Circuit Card) se incluye al fabricar el dispositivo, y la suscripción para usar las redes móviles que se elija se descarga remotamente. La eSIM es un esfuerzo de toda la industria y sigue las especificaciones de la GSMA. Esto asegura que el estándar sea plenamente interoperable con cualquier servicio bajo esas especificaciones. Los usuarios deben tener la libertad de poder elegir operadores independientemente de quien proporciona la eSIM y las operadoras deben poder ser capaces de descargar la suscripción a cualquier eSIM que lo requiera. La clave es que todo el ecosistema cumpla las especificaciones de la GSMA.  En el Mobile World Congress de 2016, se pudieron ver pruebas de concepto de eSIM y los resultados obtenidos. Entre ellos, los de Telefónica, uno de los principales impulsores de eSIM junto a empresas líder de la industria como Sony, LG, Samsung, Alcatel, Verizon, Huawei, Qualcomm y China Unicom, entre otras.

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