Hoy en día la transformación digital está en boca de todos. Algunos estudios afirman que las empresas que no la aborden próximamente acabarán desapareciendo, así que “digitalizarse o morir” es el nuevo mantra.
Por eso, tal y como comentaba Marisa Urquía en el evento de presentación del estudio de Gartner: ”Transformación Digital del empleado en España 2016”, el éxito de una empresa depende ahora de su agilidad y capacidad de adaptación.
De la lectura del estudio deduzco la necesidad de los siguientes puntos de mejora:
- Diseño de un plan de transformación digital que no solo persiga un cambio interno, sino también encontrar la manera de medir el éxito.
- Ampliación de la dotación de herramientas de colaboración a un porcentaje más amplio dentro de las organizaciones, de forma que las personas que lo necesiten puedan utilizar estos servicios corporativos y no tengan que recurrir a terceras plataformas.
- Reforzamiento de la estrategia en movilidad para que los empleados puedan ser productivos desde cualquier lugar y dispositivo.
Ahora bien, ¿cómo se consigue esto?
El informe de la consultora marca a las empresas una serie de pautas para alcanzar la madurez en el puesto de trabajo digital, con una fecha concreta: 2020.
Dicho puesto de trabajo “ideal” debe estar centrado en el usuario y para ello es preciso una conectividad inteligente y saber identificar el contexto del empleado.
La hoja de ruta de Gartner resume las cinco tendencias clave alrededor del puesto de trabajo de la próxima década:
- Data analytics y diseño centrado en usuario: experiencias de usuario más relevantes y contextualizadas.
- Dispositivos de acceso: IoT transformará la gestión de identidades, el control de acceso a ubicación y datos y la seguridad.
- Colaboración, comunicaciones unificadas y productividad online: oficina de la nube, sinergias tecnológicas.
- De movilidad a espacios de trabajo unificados.
- De la gestión de dispositivos a la gestión integrada del puesto de trabajo.
En ese “diseño centrado en el usuario”, la idea no es que el empleado se vaya adaptando a las herramientas que tenga en cada momento, sino todo lo contrario: según las circunstancias de cada empleado y en cada situación, las herramientas deberán brindarle la mejor alternativa para que sea lo más eficiente posible, al margen del entorno en el que se encuentre. Esto implica a fuentes de datos conectadas, procesos, experiencia de usuario, etc. Y es que, según el estudio de Gartner, “solo el 19 por ciento de empleados afirma ser productivo cuando viaja o se desplaza”.
En resumen, toda aquella herramienta que no se diseñe pensando en las necesidades del usuario, va a tener una alta probabilidad de rechazo y, por tanto, no va a tener éxito.
Gartner anticipa, además, que a pesar de que el IoT todavía es incipiente, transformará la gestión de identidades, el control de acceso y la gestión de la seguridad. Aparecerán nuevas maneras de relación con partners que no se han trabajado hasta ahora. Por eso es importante anticiparse a lo que viene: quién se va a conectar, desde dónde, a cuántas cosas del entorno, quiénes van a ser los proveedores y cuál va a ser el soporte.
Cabe destacar la importancia de la nube, pues en esta hoja de ruta, la consultora recomienda que “cada organización debe decidir si (y cómo) se moverá a la oficina en la nube”, de manera que los usuarios puedan acceder a todas las ventajas de las comunicaciones unificadas y colaboración desde el lugar y dispositivo que ellos decidan en cada momento.
Además, “el total de la tecnología debe ser más eficaz que la suma de sus partes”: muchas organizaciones actualmente sí que están abordando este tipo de tecnologías, pero con diferentes fabricantes, lo que impide aprovechar todas las sinergias posibles -con su correspondiente ahorro en costes y aumento de la productividad-. Ocurre lo mismo si el proyecto se aborda por tramos, sin tenerlos en cuenta entre sí. Gartner apunta que cambiarán los modelos con los partners, en este sentido.
La palabra clave es “simplificación”: el empleado tiene que tenerlo fácil.
Por último, afirma que “el viaje desde el PC de sobremesa hacia la movilidad no ha terminado”. Es decir, el usuario no solo debe tener movilidad en cuanto a la colaboración, sino respecto a todas las herramientas que le proporciona la empresa: se trata de que pueda acceder a sus aplicaciones e información desde cualquier dispositivo, momento y lugar en el marco de un espacio de trabajo unificado.
Aquí, la empresa deberá decidir su estrategia en cuanto a gestión, seguridad y comunicación de estos dispositivos.
El informe cierra con una reflexión futurista sobre el impacto de las máquinas inteligentes en el puesto de trabajo. Al estar automatizado y ser inteligente para que las herramientas se muestren al usuario según sus necesidades, se plantea la pregunta de si nuestro trabajo será sustituido por las máquinas.
¿Quién asignará las tareas, las máquinas, al ser más ágiles y eficientes, limitándose los humanos a ejecutarlas? ¿O, por el contrario, se encargarán solo de controlar el espacio de distribución de trabajo mientras que los humanos distribuirán las tareas?
La consultora abre el debate sobre cómo debemos enfocar el futuro.
¡Pero no os preocupéis, porque la inteligencia humana siempre será necesaria! Según Gartner, solo un 20 por ciento de nuestro trabajo se puede automatizar y ello, además, nos dejará más tiempo para dedicarnos a lo realmente importante: nuestra creatividad e inteligencia.
Imagen: luiggi33/shutterstock
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