Drones en Agricultura de Precisión

Luis Simón Gómez Semeleder    19 noviembre, 2015

El proceso de optimización y modernización que están experimentando las técnicas agrícolas desde finales del siglo XX resulta vital para asegurar en el futuro la correcta alimentación de la población. Con el aumento progresivo de dicha población la FAO estima que para el 2050 se requerirá un 70% más de producción agrícola a nivel mundial, es decir, casi duplicar las cifras actuales de producción.

Sin embargo, la combinación en mayor o menor medida de distintos fenómenos ambientales (alteraciones climáticas, avance de la desertización,…) junto con otros de tipo demográfico y social (aumento de la población urbana y del tamaño de las ciudades,…) parece indicar que no será sencillo alcanzar, en el medio plazo, un aumento significativo de la superficie destinada a cultivos. De este modo, adquiere especial importancia, la máxima optimización del espacio agrícola y de los recursos, para conseguir aumentar la producción actual.

Desde una perspectiva de consumo, la mayor parte de los recursos de una explotación agrícola se destinan a los insumos de aguaabono, fitosanitarios y la energía que necesita la maquinaria de riego, abono y recolección.

Las nuevas tecnologías pueden facilitar un uso más eficiente de dichos recursos. En la actualidad ya existen diversas soluciones que, apoyándose en el mundo de Internet of Things, ayudan a digitalizar actividades de la explotación ganadera: riego inteligente, monitorización del ganado, control de recursos hídricos, etc. La aplicación de drones conectados es una más de las opciones, que en los últimos tiempos se están poniendo a disposición de las explotaciones agrícolas.

El Dron en el campo

Aparte de su evidente atractivo visual, los drones suponen una plataforma idónea de monitorización. La principal ventaja en el uso agrícola frente a otros medios aéreos, es su facilidad de despliegue, que permite monitorizar parcelas de terreno de una manera muy sencilla, rápida y a bajo coste, con objeto de proporcionar información de alto valor para la toma de decisiones en el campo.

Los sensores espectrales embarcados en el dron permiten tomar imágenes aéreas de muy alta resolución de toda la parcela que se esté estudiando ofreciendo información relevante al agricultor.

Al estar equipados con un módulo de posicionamiento GPS, la operación de muchas de estas actividades agrarias se realiza de manera automática y con total precisión en base a una planificación y trazado previamente definido.

Gestión del abono

Las imágenes que toman las cámaras (multi-espectrales, infrarrojas, térmicas…) permiten obtener datos que escapan al ojo humano: como detectar el nivel de nitratos del terreno e incluso el vigor de los cultivos por el brillo de las hojas (reflectancia vegetal). Son datos, que tras un posterior procesado, permiten conocer las necesidades de abonado de cada parcela.

De este modo, los agricultores pueden disponer de un mapa de abonado, directamente en sus tractores y aplicar más o menos dosis en cada zona, según la información que facilita dicho mapa. Las ventajas de contar con esta información precisa, son evidentes: Hasta ahora, el agricultor abonaba su parcela toda por igual, o bien, dosificaba en base a su conocimiento y a la experiencia acumulada. Este trabajo ‘a ojo’ es mucho menos eficiente en la gestión de los insumos y depende directamente del criterio propio de cada individuo. La aplicación de la tecnología le permite al agricultor, por tanto, ahorrar en productos muy costosos (fertilizantes y fitosanitarios), no solo sin perder rendimiento en la explotación, sino mejorándolo en la mayoría de los casos, al contar con información precisa sobre las necesidades objetivas de cada cultivo.

Recursos hídricos y otras aplicaciones de la agricultura con drones

Basándonos en la adquisición de datos mediante la “sensorización a vista de pájaro”, se pueden hacer otros tipos de análisis de los terrenos y sus cultivos. Así, además del nivel de abono, se puede determinar el volumen de agua requerido (si tiene estrés hídrico el cultivo), si presenta necesidades específicas de poda, detectar la presencia de malas hierbas, así como la monitorización en tiempo real del avance de especies invasivas.

Otras aplicaciones más evidentes y conocidas, pero igualmente de interés para el sector agrícola, se enfocan en todo lo relacionado con la topografía (mediciones de parcelas, levantamientos catastrales, …), el control de grandes masas de agua embalsada, cauces de los ríos, seguridad y vigilancia de los cultivos, etc.

Tecnología al alcance

Hasta el momento, la barrera de entrada a este tipo de servicios de sensorización e imagen mediante medios aéreos (satélite, avioneta/helicóptero) era muy elevada. Sólo aplicable de manera rentable a grandes extensiones de cultivo (de explotaciones principalmente asociadas a las grandes corporaciones de la alimentación).

La tecnología dron es una realidad tangible que permite abaratar y facilitar el acceso a información relevante para el aumento del rendimiento de los cultivos poniéndola a disposición de agricultores con explotaciones de tamaño medio, algo que hasta hace poco era impensable.

Así mismo la oferta global de Telefónica en el campo del Smart Agro combina la conectividad y el soporte como operador líder de comunicaciones, con la tecnología y el expertise sobre el sector de nuestros partners,transformándose en proyectos a medida de las necesidades de cada cliente. Se trata de soluciones extremo a extremo para el sector agrario que habilitan nuevos modelos de negocio, mejoran los procesos operativos y permiten ahorrar costes.

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