Desaprender y ¿aprender al revés?Mercedes Núñez 7 septiembre, 2015 Eso de hacer las cosas al revés es sinónimo de hacerlas mal: como empezar la casa por el tejado. Pero, como dijo Einstein, “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Un buen ejemplo puede ser el del “pensamiento lateral” que, a través de caminos alternativos o desacostumbrados, permite la resolución de problemas de forma indirecta y con un enfoque creativo. Por tanto, desviarse del patrón habitual o el camino establecido también tiene sus ventajas. Estamos acostumbrados a oír hablar sobre la necesidad del aprendizaje continuo y a la vez sobre la importancia de desaprender. Podría parecer paradójico pero no lo es. Una clase dada al revés, lejos de resultar un caos, también puede contribuir a la mejora del aprendizaje. Es el flip teaching, flipped classroom o clase inversa, un innovador concepto educativo al que quería dedicar este post. Sus creadores son los profesores de química Jonathan Bergmann y Aaron Sams, de la Woodland Park High School de Colorado, y en este vídeo se explica en qué consiste. También cuenta con una página en español y una completa guía de Fundación Telefónica. La metodología consiste en hacer en el aula lo que normalmente se hace en casa y en casa lo del aula. Así, el alumno asistiría a la lección magistral en el hogar (el profesor podría “estar en casa de todos” con ayuda de las TIC), y en clase se haría trabajo colaborativo con el resto de compañeros, actividades complementarias y los deberes con la orientación y asesoramiento del maestro. Conozco a padres, sobrepasados por la tarea que llevan a casa sus hijos, y que ellos asumen como propia, que estarían encantados con la idea. Pero más allá de liberarlos a ellos, las experiencias puestas en práctica lo que indican es que este cambio permite mejorar el proceso de aprendizaje de los chicos. Estos, al seguir en casa cómodamente la lección grabada por el profesor, junto a material complementario, pueden parar, ir hacia atrás, revisar de nuevo… y, una vez en clase, resolver dudas o profundizar sobre ese material para enriquecer los conocimientos adquiridos. Por tanto, entre los beneficios de la clase inversa estarían los siguientes: –Cada alumno puede asimilar en casa el contenido a su ritmo. –En clase se fomenta el trabajo colaborativo, la interacción social y la resolución de problemas de forma grupal, lo que fortalecería los objetivos de sociabilidad que la escuela debe brindar. –Permite atender a los alumnos en el aula de forma más personalizada (atención a la diversidad). El profesor es mucho más útil a sus alumnos ayudándolos a resolver dificultades de manera individual que cuando emplea casi todo su tiempo de interacción presencial en la transmisión de la información al conjunto. –El tiempo de la clase se aprovecha mejor porque los alumnos antes de la interacción presencial con el profesor ya han estudiado y le han dado a éste su feedback electrónicamente, con lo que el profesor también pueda plantear la clase conociendo sus dificultades de comprensión y sus preferencias. -Como valor añadido, fomenta el uso de las TIC tanto fuera como dentro del aula y obliga a los propios profesores a adquirir competencias tecnológicas. Existen multitud de recursos profesionales y amateur. –Aumenta la implicación (interés y motivación) del alumno, al ser un formato más atractivo que el tradicional de clase magistral y deberes mecanizados. De hecho, y enlazando con esto último, con este modelo pedagógico se invierte el protagonismo de la clase del profesor a los alumnos, y el aprendizaje pasa de ser recepción pasiva a participación activa: del monólogo a la interacción, y deja más tiempo para introducir innovaciones en clase. Muchos pensarán que seguir la lección en casa, con todas las distracciones que puede haber alrededor, no es una buena opción para aquellos alumnos que se distraen con una mosca; que aún hay muchos profesores que necesitan realizar esa gestión del cambio previa a la transformación digital; o que el modelo no es válido para todas las asignaturas…, pero puede ser interesante tener la clase inversa en la hoja de ruta. Las tecnologías que permiten trasladar fuera del aula una parte considerable del proceso de aprendizaje ya están disponibles y, como decía en un post anterior, en la nueva era hay un nuevo perfil de docente, distintas formas de capacitación de los mismos; nuevos enfoques y metodologías; diferentes escenarios de aprendizaje… y de todo ello se puede extraer valor. Olvidemos los prejuicios. Imagen: SpecialKRB Sectores que lideran la adopción de big dataCómo la “gamificación” promueve la innovación y el cambio cultural
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